200 fotos por segundo
más de 100.000 análisis por segundo
Análisis avanzado de superficies
Detección de abolladuras y marcas
Búsqueda de defectos con inteligencia artificial
SISTEMAS DE VISIÓN PARA EL CONTROL DE CALIDAD: EJEMPLOS REALES
En la era de la Industria 5.0, la visión artificial se perfila como un pilar fundamental del control de calidad. Esta tecnología permite automatizar la inspección de productos, detectando defectos imperceptibles para el ojo humano con precisión y rapidez.
Los sistemas de visión artificial, basados en cámaras de alta resolución y algoritmos de procesamiento de imágenes, analizan cada detalle de los productos en la cadena de producción. Desde microfracturas en componentes electrónicos hasta imperfecciones en superficies metálicas, ningún defecto escapa a su ojo digital.
La aplicación de la visión artificial al control de calidad ofrece muchas ventajas:
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Mayor eficaciaLa automatización de las inspecciones reduce el tiempo de producción y los costes operativos.
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Mejora de la calidadLa precisión y repetibilidad de los sistemas de visión artificial garantizan altos niveles de calidad.
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Reducir los residuosLa detección precoz de los defectos permite intervenir a tiempo, minimizando el desperdicio de material.
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TrazabilidadLos datos recogidos por los sistemas de visión artificial permiten rastrear cada etapa del proceso de producción, garantizando el cumplimiento de la normativa.
Desde la industria del automóvil a la electrónica, pasando por la farmacéutica o la alimentaria, la visión artificial está demostrando ser una herramienta indispensable para garantizar la calidad de los productos y la competitividad de las empresas.
sistema de control de calidad de la superficie de una pieza torneada
El sistema de visión integrado en esta planta realiza funciones avanzadas de guiado de robots, medición micrométrica y control de calidad, garantizando una gran precisión en el análisis de piezas de acero mecanizadas con superficies reflectantes.
Características del sistema de visión
Guía del robot
El sistema está diseñado para optimizar la recogida robotizada de componentes con superficies muy reflectantes. Las piezas, colocadas aleatoriamente en una cinta transportadora, son reconocidas y recogidas con precisión para trasladarlas a estaciones de análisis sin riesgo de daños.
Medición y control de calidad simultáneos
Un único sistema maneja dos micrómetros ópticos de 100 mm de diámetro y una cámara específica para inspeccionar la parte inferior de la pieza. Durante el ciclo de análisis, el componente gira durante tres segundos, tiempo en el que se realizan 180 sesiones de medición, cada una con más de 50 detecciones. Paralelamente, el control de calidad detecta defectos como abolladuras, grabados, rebabas y oxidación.
Para garantizar la máxima precisión, los micrómetros ópticos adoptan un sistema de autocalibración basado en un conjunto de referencia de hasta 10 piezas calibradas. Este enfoque permite cumplir las normativas más estrictas sobre equipos de medición en líneas de producción, garantizando una fiabilidad y precisión constantes.
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